Revisa no sólo la tasa de interés sino el CAT, pago mensual, plazo y pago total.
Considera cuántos años has pagado tu crédito y cuánto te falta. Si te falta poco quizá no te conviene cambiarte.
Aunque una opción te ofrezca la mensualidad menor, debes tomar en cuenta el plazo que durará tu deuda y el costo total que pagarás al final.
No pierdas de vista los gastos que deberás de pagar para realizar el cambio a otra institución, que podrían ser, gastos notariales, avalúo, apertura, entre otros.
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